Fuente
A pesar de que Skoda cuenta con más de años de historia, fue fundada en 1895, podríamos decir sin temor a equivocarnos que el último cuarto de siglo ha sido el más importante de su carrera automovilística. Hoy, 28 de marzo, se cumplen 25 años de la firma que unió a Skoda y el todopoderoso Grupo Volkswagen.
Skoda comenzó su vida, al igual que muchos otros fabricantes, como productor de bicicletas. Un medio de transporte barato para una época donde la austeridad era el pan nuestro de cada día. Sin embargo con el paso de los años la marca, ya fuertemente afianzada, decidió pasarse a las cuatro ruedas, dando así comienzo a una etapa comercial que a día de hoy seguimos disfrutando.
Aunque muchos no lo sepan, los fundadores de Skoda, Václav Laurin y Václav Klement, se propusieron atacar las clases más altas de la sociedad con coches de alta gama, surgiendo así su primer modelo en el año 1905. A pesar de su espléndida acogida el estallido de la Primera Guerra Mundial obligó a Skoda a abandonar su fabricación, dedicándose al armamento.
En pocos años Skoda pasó de fabricar bicicletas a coches como este Laurin&Klement A
Tras el cese de la violencia, la situación económica de Europa tuvo como consecuencia el cambio de política en la empresa, pasando entonces a producir camiones y vehículos industriales. A lo largo de los años siguientes los problemas económicos eran el día a día de la empresa checa, pero ahí se empezó a forjar una filosofía de austeridad y aguante que se ha hecho patente a lo largo de su historia.
Una vez superados esos baches Skoda retomó las operaciones habituales a mediados de la década de 1930. Sin embargo una nueva guerra, y la ocupación alemana, obligaron una vez más a la empresa a cesar su actividad, pasando a formar parte del partido Nazi como ayuda y soporte al bando alemán, siendo controlada directamente por Hermann Göring.
Una vez más los checos demostraron de qué estaban hechos, y ya en 1945, el mismo año del final de la Segunda Guerra Mundial, la empresa lanzó al mercado su primer coche, otra vez, el Skoda 1101. A pesar de pertenecer de la economía centralizada del régimen comunista Skoda supo mantener su reputación durante los siguientes años, fabricando modelos a medio camino entre lo extraordinario y lo raro, como el Skoda 110 Super Sport Ferat Ferat, hasta otro punto de inflexión: la llegada del Skoda Favorit en 1987, posteriormente sustituido por el Skoda Felicia.
El Skoda Felicia es uno de los coches más importantes en la historia de la marca checa
Podríamos decir que este modelo salvó a la marca de una época oscura, permitiendo descubrir al mundo entero que a pesar de las carencias, la empresa era capaz de fabricar coches ciertamente solventes. Tanto es así que dos gigantes europeos se fijaron en ella con la intención de añadirla a su cartera de marcas, Renault y Volkswagen.
Todo parecía que Skoda pasaría a formar parte del conglomerado francés, pero tras unos problemas y una falta de acuerdo la marca alemana entró en la batalla haciéndose con el control y dando así una segunda vida, sí una más, a la marca checa. Ni que decir tiene que la historia siguiente es conocida por todos.
A partir de ese mágico 28 de marzo de 1991, Skoda, fortalecida por la presencia de su empresa matriz, empezó a lanzar modelos sumamente competitivos y atractivos. Muchos de ellos acabaron siendo rotundos éxitos comerciales, como el Skoda Octavia, el Skoda Fabia y el Skoda Superb. Tres modelos que son la columna vertebral de la marca a día de hoy.
Durante años Skoda se ha apoyado en el Fabia, Octavia y Superb para seguir creciendo
A pesar de que un primer momento se pensaba que Volkswagen adquiría Skoda por una mera cuestión de expansión a mercados emergentes, la verdad ha sido toda la contrario. 25 años después los checos han demostrado a los alemanes su buen hacer y es por ello que es una de las mejores marcas generalistas en la actualidad, con más de un millón de unidades entregadas al año en más de 100 mercados de todo el mundo.
Pero esto solo ha sido la historia y el presente de una marca muy especial. Si miramos al futuro las proyecciones son incluso más esperanzadoras. Bien es cierto que la gama checa todavía tiene que fortalecerse en ciertos puntos, pero todo llegará. Dentro de unos meses veremos cómo es así con la llegada de su primer SUV, del que tuvimos un adelanto en el pasado Salón de Ginebra con el Skoda VisionS.
Como bien se dice, la historia la escriben los vencedores, y en sus más de 120 años de historia la marca checa ha sabido sobreponerse a duros contratiempos. Una filosofía y una evolución que enorgullecería a sus dos fundadores, los señores Laurin y Klement, que a día de hoy están representados en la marca como el modelo más alto de gama. Un pequeño recordatorio de lo que Skoda es capaz de hacer.
Este es el futuro más inmediato de Skoda, y lo que está por llegar
A pesar de que Skoda cuenta con más de años de historia, fue fundada en 1895, podríamos decir sin temor a equivocarnos que el último cuarto de siglo ha sido el más importante de su carrera automovilística. Hoy, 28 de marzo, se cumplen 25 años de la firma que unió a Skoda y el todopoderoso Grupo Volkswagen.
Skoda comenzó su vida, al igual que muchos otros fabricantes, como productor de bicicletas. Un medio de transporte barato para una época donde la austeridad era el pan nuestro de cada día. Sin embargo con el paso de los años la marca, ya fuertemente afianzada, decidió pasarse a las cuatro ruedas, dando así comienzo a una etapa comercial que a día de hoy seguimos disfrutando.
Aunque muchos no lo sepan, los fundadores de Skoda, Václav Laurin y Václav Klement, se propusieron atacar las clases más altas de la sociedad con coches de alta gama, surgiendo así su primer modelo en el año 1905. A pesar de su espléndida acogida el estallido de la Primera Guerra Mundial obligó a Skoda a abandonar su fabricación, dedicándose al armamento.
En pocos años Skoda pasó de fabricar bicicletas a coches como este Laurin&Klement A
Tras el cese de la violencia, la situación económica de Europa tuvo como consecuencia el cambio de política en la empresa, pasando entonces a producir camiones y vehículos industriales. A lo largo de los años siguientes los problemas económicos eran el día a día de la empresa checa, pero ahí se empezó a forjar una filosofía de austeridad y aguante que se ha hecho patente a lo largo de su historia.
Una vez superados esos baches Skoda retomó las operaciones habituales a mediados de la década de 1930. Sin embargo una nueva guerra, y la ocupación alemana, obligaron una vez más a la empresa a cesar su actividad, pasando a formar parte del partido Nazi como ayuda y soporte al bando alemán, siendo controlada directamente por Hermann Göring.
Una vez más los checos demostraron de qué estaban hechos, y ya en 1945, el mismo año del final de la Segunda Guerra Mundial, la empresa lanzó al mercado su primer coche, otra vez, el Skoda 1101. A pesar de pertenecer de la economía centralizada del régimen comunista Skoda supo mantener su reputación durante los siguientes años, fabricando modelos a medio camino entre lo extraordinario y lo raro, como el Skoda 110 Super Sport Ferat Ferat, hasta otro punto de inflexión: la llegada del Skoda Favorit en 1987, posteriormente sustituido por el Skoda Felicia.
El Skoda Felicia es uno de los coches más importantes en la historia de la marca checa
Podríamos decir que este modelo salvó a la marca de una época oscura, permitiendo descubrir al mundo entero que a pesar de las carencias, la empresa era capaz de fabricar coches ciertamente solventes. Tanto es así que dos gigantes europeos se fijaron en ella con la intención de añadirla a su cartera de marcas, Renault y Volkswagen.
Todo parecía que Skoda pasaría a formar parte del conglomerado francés, pero tras unos problemas y una falta de acuerdo la marca alemana entró en la batalla haciéndose con el control y dando así una segunda vida, sí una más, a la marca checa. Ni que decir tiene que la historia siguiente es conocida por todos.
A partir de ese mágico 28 de marzo de 1991, Skoda, fortalecida por la presencia de su empresa matriz, empezó a lanzar modelos sumamente competitivos y atractivos. Muchos de ellos acabaron siendo rotundos éxitos comerciales, como el Skoda Octavia, el Skoda Fabia y el Skoda Superb. Tres modelos que son la columna vertebral de la marca a día de hoy.
Durante años Skoda se ha apoyado en el Fabia, Octavia y Superb para seguir creciendo
A pesar de que un primer momento se pensaba que Volkswagen adquiría Skoda por una mera cuestión de expansión a mercados emergentes, la verdad ha sido toda la contrario. 25 años después los checos han demostrado a los alemanes su buen hacer y es por ello que es una de las mejores marcas generalistas en la actualidad, con más de un millón de unidades entregadas al año en más de 100 mercados de todo el mundo.
Pero esto solo ha sido la historia y el presente de una marca muy especial. Si miramos al futuro las proyecciones son incluso más esperanzadoras. Bien es cierto que la gama checa todavía tiene que fortalecerse en ciertos puntos, pero todo llegará. Dentro de unos meses veremos cómo es así con la llegada de su primer SUV, del que tuvimos un adelanto en el pasado Salón de Ginebra con el Skoda VisionS.
Como bien se dice, la historia la escriben los vencedores, y en sus más de 120 años de historia la marca checa ha sabido sobreponerse a duros contratiempos. Una filosofía y una evolución que enorgullecería a sus dos fundadores, los señores Laurin y Klement, que a día de hoy están representados en la marca como el modelo más alto de gama. Un pequeño recordatorio de lo que Skoda es capaz de hacer.
Este es el futuro más inmediato de Skoda, y lo que está por llegar